La Exquisitez de Madurar


LA EXQUISITEZ DE MADURAR

Dicen que a cierta edad las mujeres nos hacemos invisibles,

que nuestro protagonismo en la escena

de la vida declina, y que nos volvemos inexistentes

para un mundo en el que sólo cabe el ímpetu,

de los años jóvenes.

Yo no sé …. si me habré vuelto invisible para el mundo,

es muy probable….pero nunca fui tan consciente

de mi existencia como ahora.

Nunca me sentí tan protagonista de mi vida,

y nunca disfruté tanto de cada momento de mi vida.

Descubrí que no soy una princesa de cuento de hadas;

descubrí al ser humano que sencillamente soy,

con sus miserias y sus grandezas.

Descubrí que puedo permitirme el lujo de no ser perfecta,

de estar llena de defectos, de tener debilidades,

de equivocarme, de hacer cosas indebidas,

de no responder a las expectativas de los demas

y a pesar de ello quererme mucho y aún amar, de sentir, de vibrar.

Cuando me miro al espejo, ya no busco a la que fui en el pasado...

sonrío a la que soy HOY.... me alegro del camino andado,

y asumo mis contradicciones.

Siento que debo saludar a la joven que fui, con cariño,

pero dejarla a un lado; porque ahora me estorba.

Su mundo de ilusiones y fantasías ya no me interesa.

Me interesa ser yo, aquí y ahora!

¡Qué bien no sentir ese desasosiego permanente

que produce correr tras los sueños!

Que bien poder disfrutar del silencio y de los pensamientos!

Que lindos son los recuerdos y sonreír tras ellos!!

La vida es tan corta y el oficio de vivirla es tan difícil,

que cuando uno comienza a aprenderlo, ya hay que morirse

Por eso trato de vivirla a plenitud ….

Como si hoy fuera el último, gozando cada minuto,

cada momento, cada te quiero, cada rayo de sol,que me acaricia

Y tan solo puedo dar gracias a Dios por toda

ésta maravilla!!

El ser humano tarda mucho en madurar.


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